EL CRITICO RAY
Raymundo Martín Gomez
Grave ya es la afectación en el noreste, oriente y otras regiones de
Yucatán por la sequía atípica. Pastizales secos generan problemas para los
ganaderos. La falta de lluvias no sólo causan calor sino frena la producción de
alimentos. Los incendios forestales son más que una amenaza...
Esa región, encabezada por Tizimín, Panabá, Buctzotz, Dzilam González y
otras poblaciones, produce carne de res, cerdo, borrego y otros alimentos del
campo que llegan a los mercados tanto de Mérida como a los de Cancún, Playa del
Carmen, Tulum, en Quintana Roo, lo cual debe poner en alerta a mucha gente.
En la temporada de ciclones que terminó en noviembre casi no llovió, si
acaso cayeron lluvias aisladas, en algunos casos torrenciales pero
insuficientes para reverdecer los pastizales, generar alivio para la flora y
fauna incluyendo la silvestre, que está en serios problemas de morir por falta
de agua.
La situación es aguda pues por esta sequía algunos ganaderos ya están
rematando sus animales antes de que caigan en sus ranchos (FOTO INCLUIDA) por
la falta de alimento mientras que los agricultores ven con tristeza que sus
cultivos no levantan pues no es lo mismo regarlos con agua de pozo que con el
agua bendita que cae del cielo.
Mi hermano Elíseo Martín me comentaba que no es lo mismo regar un
pastizal con agua extraída con una bomba del subsuelo que cuando cae el agua de
lluvia. El pasto crece más rápido y se ve bonito con las lluvias... Así de
fácil. La grandeza de Dios, para nosotros los pecadores pero creyentes.
Y lo peor es que vamos a la mitad de la temporada de frentes fríos que
han traído nada o muy poca agua de lluvia, lo cual es otra bronca también
producto del calentamiento de la tierra porque quienes nacimos y crecimos en
Dzilam González recordamos cómo disfrutamos de niños la lluvia incluso cuando
nos sorprendía regresando de la milpa, acompañados de papá, alguna vez montados
sobre nuestro caballo.
Ahora en lugar de agua de lluvia tenemos la sequía que no es privativa
de Yucatán pues la zona central de Quintana Roo también vive esos graves
estragos al grado de que escasea el limón, está carísimo, la naranja agria, la
naranja dulce (china, le llamamos los yucatecos) casi no hubo, igual que la
mandarina.
De Bacalar hacia el poniente y el norte, las reses se están muriendo
por falta de agua y de comida, de pasto, máxime que aquí no hay pozos pues el
agua en algunos casos según me comentaba el alcalde Luis Torres LLanes, quien
ha acudido en auxilio de los ganaderos, el líquido lo encuentran a 120 metros
de profundidad en las inmediaciones del poblado de Nicolás Bravo, por ejemplo.
Por desgracia la sequía como parte del calentamiento de la tierra este
año será más cruel pero, ¿qué hace la gente para enfrentar a fondo el problema
a corto, mediano y largo plazo? Al menos, hay quienes sembramos árboles
frutales u otras plantas pero, ¿seguirán deforestando las áreas naturales en
nombre del "desarrrollo" turístico? Se aceptan respuestas.- Raymundo
Martín Gómez, Chetumal, Q. Roo.
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