*Manuel Salvador Saenz
Vanegas
Una Anciana se subió a un
autobús y tomó su asiento; en la siguiente parada, una joven mujer, fuerte y
gruñona subió y se sentó bruscamente junto a la anciana, golpeándola con sus
numerosas bolsas.
Al ver que la anciana se
mantenía en silencio la joven le preguntó por qué no se había quejado cuando la
golpeó, así como se quejaron los demás cuando los aventó para poder pasar.
La Señora le respondió con
una sonrisa:
No es necesario ser mal
educada o discutir sobre algo tan insignificante, ya que mi viaje a tu lado es
tan corto, porque me bajaré en la próxima parada. Estas palabras merecen ser
escritas en letras de oro.
"No es necesario
discutir sobre algo tan insignificante, porque nuestro viaje juntos es muy
corto”.
Cada uno de nosotros debe
comprender que nuestro tiempo en este mundo es tan corto, que oscurecerlo con
peleas, argumentos inútiles, celos, odio, rencor, vivir con el descontento día
a día es una pérdida de tiempo y de energía.
-Que tu vecino es un
chismoso, ignora, el viaje es corto.
-Te engañaron, perdona, el
viaje es corto.
Cualquiera que sean los
problemas que alguien nos traiga recordemos que el viaje es corto.
Deseo que tengas un viaje
agradable por este mundo y que tus sueños se cumplan, tus éxitos se
multipliquen y que disfrutes plenamente con quien te toca y quieras viajar, y
cuando nos veamos en alguna estación, me dará mucho gusto saludarte y darte un
abrazo.
Sonríe que el viaje es muy
corto
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