lunes, agosto 22, 2016

A la vista, el abandono de Dzilam Bravo por culpa de los funcionarios

EL CRITICO RAY

A la vista, el abandono de Dzilam Bravo por culpa de los funcionarios

Raymundo Martín Gómez

 El abandono se nota en sus calles, en la mayoría de las casas, en los pocos negocios que sobreviven y obvio junto al mar, en el malecón de Dzilam Bravo, donde antes hubo arena y hoy existe un muro de contención que frena el avance del agua, fenómeno que comenzó hace más de más de 50 años.

Ubicado al final de la carretera Mérida-Dzilam Bravo, este singular puerto que hasta los años sesenta todavía era un deleite para el turismo de una amplia región de la zona oriental de Yucatán, paso por no sus buenas épocas en que pudo combinar la pesca con el turismo sustentable.


Los pésimos políticos que se han desempeñado como alcaldes, diputados locales o federales, senadores y gobernadores no hicieron bien su trabajo al grado de que este puerto, que llegó a ser uno de los principales productores de pescado y otras especies marinas, está en decadencia, con múltiples problemas agudizados por personas llegadas de otras ciudades o entidades para dedicarse a la pesca del codiciado pepino de mar, que se exporta al extranjero pues lo pagan en dólares los asiáticos.

Viniendo desde Dzilam González, que es la única carretera en buen estado, desde antes de entrar al puerto se nota el abandono por la poca gente que uno encuentra en las calles que años atrás fueron desapareciendo con el avance del mar que se "comía" la arena hasta que colocaron el muro de contención desde el puerto de abrigo hasta lo que viene siendo la salida a la carretera costera a Santa Clara y que comunica a Progreso.

Ya no hay restaurantes o lugares dignos para comer un pescado frito, por ejemplo, el agua de mar tiene un tono oscuro que no invita a darse a un remojo amén de que desaparecieron las playas  que habían un tramo que abarcaba desde atrás de la iglesia católica del centro hasta el otrora campo de béisbol (FOTO INCLUIDA CAPTADA EN LOS AÑOS SETENTA), donde ocasionalmente aterrizaban las avionetas.

De los grupos o cooperativas de pesca ya casi no existe pero los pescadores confirman que sí hay mucha gente llegada de otras ciudades o entidades del país para sacar del fondo marino el preciado pepino de mar (una especie de gusano que se alimenta del sedimento y la basura que tiran los pescadores), tarea que realizan durante el día por lo cual el puerto luce desierto.

El malecón no es ningún atractivo turístico pues carece de establecimientos para comer o beber y las lanchas no lucen en el mejor estado que se diga al grado de que hasta el monolito dedicado al pirata Lafitte luce abandonado (FOTO INCLUIDA), con la cruz de arriba destruida, ante la apatía de los funcionarios municipales o estatales.

Además de la pesca de especie de escama como el mero que hoy   están casi extintas, la de captura de pulpo también ha decaído por la excesiva explotación de esa y otras especies.


El ecoturismo que pudo representar las bocas de Dzilam o algunos atractivos naturales más allá al oriente no recibieron promoción aunque rumbo a Santa Clara hay proyectos en marcha sobre turismo que repuntan pese a todos los pesares. Pero falta apoyo de parte de los funcionarios municipales, estatales y federales para no dejar morir a esta que fue una zona importante para Yucatán el oriente en su conjunto.- Raymundo Martín Gómez, Chetumal, Q. Roo

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