EDITORIAL

Hemos escuchado por las calles de Playa del Carmen una pregunta recurrente: ¿Qué está pasando en la ciudad?

Y enseguida enumeran una serie de problemas a los que esperan inmediata solución: falta de vigilancia policiaca, alumbrado público escaso, recolección de basura deficiente, escases de aulas para la educación básica, la proliferación de vendedores ambulantes, la aparición de antros y cantinas en fraccionamientos.

La pavimentación de calles en lotes baldíos, servicio de transporte urbano caro y deficiente, playas que han perdido su encanto, obra pública de muy mala calidad como la famosa ciclopista de la Colosio, alcantarilas del drenaje pluvial llenas, etc.
Lo peor es que sucede en un municipio que genera una cantidad suficiente de recursos propios como para atender estos servicios públicos que no sólo merecen los ciudadanos sino que exige un destino turístico de clase mundial.

Todos los ciudadanos quieren vivir y sentir una ciudad amigable, confortable, bonita, apacible, donde la armonía social sea el sello y marca del Corazón de la Riviera Maya.

Surge un círculo vicioso. La autoridad reclama a los medios de comunicación que sólo se difunde lo negativo, que los ciudadanos no aportan lo necesario en el cuidado de los servicios públicos.

Afirma que la gente tira basura a la calle y con ello tapan o cubren las coladeras, que no reportan deficiencias.

Por su parte, la ciudadanía tiene la percepción que el gobierno municipal no está haciendo la tarea, no cumple con su responsabilidad.

Y surge la desinformación. Que estamos en cambio de gobierno, que no hay dinero porque se lo están llevando, que la corrupción está en su máximo nivel, entre muchos comentarios más.

Esto nos lleva a pensar que no hay comunicación social. El gobierno y la sociedad no se entienden porque los lazos de información están rotos.

De entrada, el gobierno municipal debiera hablar con claridad a los ciudadanos, que explique con sencillez qué sucede en estos momentos, por qué nos encontramos en estas condiciones. Además, impulsar una campaña de concientización para el cuidado de la ciudad. Si ha detectado que la gente tira basura por las calle, debiera colocar una buena cantidad de botes y lanzar una campaña para utilizarlos, apelando a compromiso de cuidar la buena imagen de Playa del Carmen.

No sé si estamos a tiempo en esta administración municipal o bien es prematuro para la que viene. Lo importante aquí es que seamos conscientes que el gobierno municipal se comunica con ciudadanos, con gente común y corriente que sueña con una ciudad en construcción diaria pero estratégica para los ciudadanos.

En síntesis, los ciudadanos buscamos calidad de vida en una ciudad de clase mundial. Pero, ¿Será eso posible?